
Un safari es uno de esos grandes viajes fotográficos soñados por muchos. Así que, para que sea un éxito, es bueno dedicar un poco de tiempo a su planificación. No hay que olvidar que, además de apasionante, también se trata de un viaje en el que la improvisación no es fácil; en la sabana es difícil encontrar tarjetas de memoria.
Desde el punto de vista fotográfico tenemos que tener en cuenta, en primer lugar:
- el equipo (del que hablaremos más adelante)
- el “conocimiento” del lugar y la planificación del viaje desde la perspectiva de la fotografía
Información
Al preparar o valorar un safari, aunque no tengamos experiencia en el terreno, será de gran ayuda buscar y recopilar información sobre las posibilidades que ofrece cada uno de los parques naturales que vayamos a visitar. En internet existen infinidad de artículos sobre safaris y cientos de páginas con información sobre cada uno de los parques naturales. Esta información nos permitirá evaluar las oportunidades de cada sitio o qué ventajas o desventajas tiene uno sobre otro.
Hay que tener en cuenta que habitualmente estaremos confinados en un todoterreno donde nuestra capacidad de acción se reduce. Por lo tanto, toda la información con la que contemos de antemano será muy importante. Además, para ver una especie en concreto o un determinado comportamiento sabremos de antemano dónde tendremos que ir.
Si estás interesado en fotografiar los leones trepadores de árboles sabrás que los puedes encontrar en el lago Manyara si tu viaje se desarrolla en Tanzania, mientras que si estás en Uganda no debes dejar de visitar Ishasha, la zona sur del Parque Nacional Queen Elizabeth.

Si por el contrario sabes que en tu visita a Tanzania el parque natural de Tarangire estará en tu recorrido sabrás que puedes esperar a llegar allí para obtener buenas imágenes de elefantes. En la época seca encontrarás allí manadas de cientos de ejemplares. De este modo, podrás centrarte en otras imágenes en los demás parques que visites.
Leer y obtener toda la información posible te permitirá evaluar las posibilidades que ofrece un viaje ya cerrado con un recorrido concreto. Si el viajes lo estás organizando tú te permitirá valorar dónde o cuándo te interesa más ir.
Seleccionar
Conocer bien las oportunidades que te ofrecen los distintos lugares te puede ayudar a elegir mejor qué quieres visitar y durante cuánto tiempo.
Creo que una de las máximas en un safari fotográfico es que “menos es mas”. Mejor permanecer varios días en un mismo parque que pasarse todos los días viajando de un alojamiento a otro y que la prioridad no sea la fotografía sino llegar al nuevo destino.
Los traslados entre un parque y otro te obligan a ir por un camino concreto y por lo tanto tendrás que conformarte con lo que encuentres en el camino y no existe la oportunidad de buscar o visitar otra zona.
No es necesario pasar todo el tiempo en un único parque pero siempre será mejor seleccionar tres o cuatro parques en los que estar unos cuantos días que intentar verlos todos. Al final, si abarcas todos, la fauna y los paisajes se irán repitiendo; se selectivo y busca los que sean singulares por su paisaje o su fauna.

Pasar varios días en un parque también le dará más oportunidades a los guías y los conductores para conocer de primera mano lo que otros han ido viendo a lo largo del día y dónde lo han hecho.
El conductor y el guía (o el guía-conductor) son tus principales socios, ellos son los que conocen la zona, dónde es posible encontrar a cada especie y todo lo que han visto sus compañeros. Es muy importante que hables con ellos y que conozcan cuáles son tus intereses, pues ellos serán tus aliados para conseguirlo.
Para volver con las fotos que quieres hay que tener suerte, pero también dependerá mucho de conocer qué te ofrece cada parque y del trabajo conjunto con los guías.
Y si no es tu primera vez sino la segunda, la tercera, … ya sabes lo importante que es conocer las bondades y secretos de cada parque para poder sacarle el máximo provecho a tus sesiones de fotografía.
No busques jirafas en el Ngorongoro, no las hay.