De safari fotográfico por Kenia

Sin haber pisado las tierras del este del continente negro ya sufría del ‘mal de África’, así que las asombrosas sensaciones con las que volví del safari por Tanzania no hicieron sino incrementar ese mal y dejar en mi cabeza una palabra que se repetía una y otra vez: “volver, volver, …”

Lo que tal vez no esperaba era volver tan pronto. A pesar de tener que dejar atrás la idea inicial de ir a Uganda en busca de los gorilas de la selva, un año después estaba de nuevo en ruta, esta vez rumbo a Kenia.

Época de lluvias en el Mara, pastos altos y nubes amenazantes.

Y aunque allí estábamos otra vez en las mismas fechas, nada era lo mismo, nada se parecía a la aventura tanzana. Ahora en la parte keniata del Serengeti, es decir, en el Masai Mara, las lluvias habían dejado las praderas cubiertas de pasto por doquier y las grandes manadas de ñus y cebras se desplazaban sobre ellas como inmensas segadoras. Y tras las manadas no pueden faltar innumerables invitados: leones, cheetahs, leopardos, incluso los buitres; buitres tan saciados de carroña que incapaces de levantar el vuelo caen de bruces al suelo, vencidos por el aire al desplegar sus alas.

Este safari por Kenia tendrá dos fases muy marcadas: una primera semana en el Masai Mara con los mamíferos como protagonistas y una segunda en la que las aves contarán con toda la atención de nuestros objetivos, en un recorrido por varios lagos. Las grandes concentraciones de flamencos y la diversidad de aves en el lago Baringo fueron las principales atracciones.

Con el cruce del río Mara como principal aliciente, el recorrido realizado durante dos semanas por Kenia fue:

  • Masai Mara
  • Lago Nakuru
  • Lago Baringo
  • Lago Bogoria
  • Hell’s Gate
Un águila pescadora sobrevolando el lago Baringo.

De nuevo una memorable experiencia en la que las aves fueron, sin duda, el gran descubrimiento frente a la cámara. Detrás de la cámara la suerte de poder compartir, de nuevo, un safari con una inolvidable compañía.