
En lo alto de un islote, en el interior del lago Baringo, una pareja de pigargos africanos (Haliaeetus vocifer) te contemplan desde la copa de un árbol. Tras varios movimientos cortos de cabeza una de ellas se lanza al vacío, planea, se acerca cada vez más y, con dos rápidos giros, desgarra la superficie del agua. Rápidamente remonta el vuelo, alejándose con su presa.
Aunque te has quedado sin resuello aún no es el momento de ver las fotos, prepara la cámara; porque viene la otra.

El pigargo vocinglero es, sin duda, el plato principal del extenso menú fotográfico que ofrece la visita a este lago. Independientemente del número de veces que puedas llegar a ver el majestuoso descenso del águila africana siempre querrás que lo haga una vez más.
Noé dejó aquí a las aves
Con más de 450 especies de aves habitando en este paraíso ornitológico un paseo en barca se convierte en un espectáculo de fuegos artificiales en los que el color corre a cargo de las plumas que cortan el aire y las explosiones las protagonizan las zambullidas que, una tras otra, se producen en el lago en busca de alimento. Martines pescadores se sumergen en el agua sin ningún pudor, los tejedores preparan sus nidos a dos metros de ti, abejarucos de mil colores te sobrevuelan y por encima las garzas, en un ajetreado ir y venir, se afanan por mantener a sus hambrientas crías.
Otro de los islotes del interior del lago es el lugar elegido para anidar por las garzas goliat, que encabezan los casi diez tipos de garzas que se pueden encontrar en estas aguas a escasos metros de tu objetivo; seguidas de garcetas, garcillas, cormoranes, cigueñas, anhinga …
No sólo alas
Poco frecuentado por las principales rutas de safaris por Kenia; la plasticidad, el colorido y la profusión de imágenes de aves que ofrece el lago Baringo no son fáciles de encontrar.

Pero fuera del agua el Baringo también puede obsequiarte con experiencias únicas, como la de compartir sus orillas al atardecer con los hipopótamos que, poco a poco, van saliendo del agua y que, mientras tu cenas a las puertas de tu tienda, pastan la hierba que hay a tu alrededor.